LA DESCOLONIZACIÓN DE ÁFRICA (Cap. 45)
Cómo se llevó a cabo finalmente el duro proceso de descolonización del continente africano entre los años ´50 y '60. De qué manera los conflictos geopolíticos, la bipolaridad y la guerra fría terminan haciendo este proceso más duro y accidentado
LA DESCOLONIZACIÓN DE ÁFRICA
Ya tenemos planteado el contexto, las dificultades, los
intereses y los conflictos que presenta el proceso de descolonización africano,
pero para colmo de males, no tienen mejor idea que llevarlo adelante, justo en
épocas de bipolaridad y Guerra Fría. Y eso, por supuesto, no los deja afuera
del gran ajedrez geopolítico.
Para tratar de poner un poco de orden en este caótico
escenario en el que simultáneamente coexisten multiplicidad de factores,
propios y agregados, que no hacen más que convertir el proceso de independencia
(ya de por sí traumático y complicado para cualquier pueblo) en un constante
polvorín, intentaremos “aislar” las distintas fuerzas que actúan y tironean del
continente.
FACTORES
·
Cuando
comienza el proceso de descolonización, comentamos en el capítulo anterior, que
se planteó la cuestión de los límites trazados por los europeos en el siglo 19.
Las alternativas de cara a la independencia a conquistar eran: “o los dejamos
como están, aún a sabiendas de que son absolutamente arbitrarios y fueron
impuestos pura y exclusivamente sobre los intereses del reparto colonial; o
buscamos una salida regional, que acarrea el peligro de guerras civiles y
conflictos interminables que pongan en riesgo el proceso de descolonización”.
La decisión cae del lado de dejar las cosas como están (aunque los conflictos y
las guerras civiles ocurrieron de todos modos), por lo tanto ninguna región
puede secesionarse, porque los países que recién están naciendo serían
inviables. Más adelante, cuando las
independencias estuvieran consolidadas, se vería si se encaraba la cuestión de
los límites. Sin embargo, algunas regiones optaron por secesionarse. En
general, siempre se trataba de provincias ricas en recursos que consideraban
que podían ser viables por ellas mismas (por ej. Katanga y Kasaï en el Congo).
Cuando Patricio Lumumba pide ayuda a la comunidad internacional, como vimos en
el capítulo pasado, la ONU interviene a medias, y la única que corre a atender
el conflicto es la URSS. Para EEUU, hasta ese momento, África no representa mayor
interés, sobre todo si tenemos en cuenta, que los países africanos están
pretendiendo descolonizarse de sus meros socios (en la guerra, en la ONU y en
la OTAN: sobre todo Francia y Gran Bretaña). Factor 1: Intervención internacional en los procesos internos de
independencia de los países africanos.
·
Había
en el detrás de escena internacional, una cuestión que a nosotros los
occidentales podía parecernos tangencial, pero que dentro del bloque comunista
era de vital importancia: la disputa chino-soviética. China y la URSS,
comunistas ambas, resulta que tienen una enorme y conflictiva frontera en
común. Pero estas son épocas de “ideas que trascienden las minucias
territoriales”, así que como es tiempo de ideologías, disfrazan sus mundanos
problemas limítrofes de disputa ideológica, y tratan de mostrarse a sí mismas
como la verdadera patria socialista y faro del proletariado internacional, y
captar adeptos a su causa. China, aparece con la Teoría de los 3 mundos: hay un
primer mundo que está integrado únicamente por las dos superpotencias
planetarias. Hay un segundo mundo, que estaría representado por Europa. Y
finalmente, hay un tercer mundo integrado por todos los países que no han
alcanzado un desarrollo lo suficientemente estable como para alcanzar ciertos
niveles de autonomía, frente a la influencia de los otros dos. China se ve a sí
misma como la líder del 3er mundo, como la Nueva Revolución. Para ellos los
soviéticos son imperialistas y los norteamericanos un “tigre de papel” que
parece más fuerte de lo que en realidad es. Pronostican que, de ambas
potencias, la primera en caer será la occidental porque la perciben más
endeble. (¡Menos mal que no se dedican a las carreras de caballos!). En este
marco, con China y la URSS en su propia disputa ideológica, captar a los países
recién descolonizados para su propio reparto, aumenta el interés de la URSS de
intervenir en el continente. Factor 2:
la disputa chino-soviética
·
Como
comentáramos en el capítulo anterior, descolonizarse implica tomar una serie de
decisiones políticas que definen las características que tendrán los estados
que están naciendo. Así, los países africanos se encuentran con que tienen que
crear instituciones, parlamentos, gobiernos, sistemas administrativos, sistemas
educativos, es decir, tienen que inventarse un país después de 300 años de
dominación extranjera. Los europeos dejaron toda una estructura montada, pero
ella fue diseñada según su propio interés, y además, durante su dominio, no
compartieron con los africanos cómo se manejaba esa estructura. No estaba en
sus planes que alguna vez tuvieran que dirigirla ellos, por lo tanto no les
enseñaron cómo. Los europeos se fueron, la estructura quedó, pero era necesario
formar todo un cuadro dirigente que fuera capaz de gestionar esa estructura. Y
ese cuadro dirigente ya no apuntaba a la lucha por la descolonización, sino a
su habilidad para encarar “el día después de los blancos”. Un conjunto de
pueblos que habían sido totalmente excluidos del manejo del gobierno y de la
educación, debían hacerse cargo solitos de sacar un país adelante. Pidieron
ayuda, pidieron créditos para inversión y desarrollo, pero en su mayoría no
llegaron. Esto también explica, en parte, porqué en muchos casos terminaron
pidiendo ayuda a la URSS (como Nasser en el Canal de Suez) cuando los créditos
desde occidente no llegaban, porque a nadie parecía interesarle invertir en
África (Kennedy más adelante se dará cuenta de que es un error, y comenzará
tibiamente a invertir en ellos). Lo que sí les interesa es llenarlos de armas. Factor 3: las dificultades propias de
inventarse un país y sacarlo adelante sin medios.
·
Dijimos
en el capítulo anterior, que la organización africana se asienta en tribus, y
que al momento de la descolonización, los estados contenían en su interior
muchos pueblos (tribus/naciones) que nada tenían que ver unos con otros. Eso
reavivaba y fomentaba conflictos ancestrales. Esos conflictos se dirimían entre
guerreros, hábiles portadores de lanzas y flechas, con una ritualidad propia
que les confería un sentido cósmico. Pero aquí ya no son horas. El “progreso
tecnológico” aplicado a la ancestral tarea de autodestrucción de la humanidad,
había dejado ya 60 millones de muertos en dos guerras mundiales. Así que los
“países civilizados”, caen en la cuenta de que, ya que los africanos insisten
en “mostrar toda su barbarie matándose entre ellos” (¿?) por qué no venderles
armas y por lo menos sacar un beneficio económico del asunto, que de cualquier
manera no tiene remedio. Así, se mete en África el mercado más inmoral de
todos, el de las armas. No los llenaron de comida, ni de empréstitos, ni de
tecnología de ningún tipo: los llenaron de armas. Y los conflictos entre
guerreros que antes estaban recubiertos de honor, ahora, con las armas
automáticas se convirtieron en genocidios. Factor
4: el negocio de las armas
·
Pero
no se vayan, que todavía hay más. El proceso de descolonización, que como
vemos, no es para nada sencillo, tampoco se dio de manera uniforme en todo el
continente, con el agravante de que no tienen una unidad cultural
continental. África está dividida en
regiones: la región del norte (El Magreb) es árabe y musulmana, mucho más
ligada al destino de Nasser y de Siria que el resto del continente. Ellos
tuvieron sus propios procesos de descolonización, algunos de ellos muy
violentos (Argelia), pero su cultura nada tiene que ver con el “África Negra”.
La región del medio, que comienza debajo del desierto de Sahara, es el África
subsahariana o África Negra, y dentro de ellas se encuentran las regiones más
pobres del mundo (con sequías crónicas y problemas recurrentes de hambrunas).
Finalmente, al sur, hay un “África Blanca” que es Sudáfrica, poblada por
emigrantes descendientes de holandeses e ingleses (boéres o afrikaaners). Aquí
una minoría blanca monta sobre una gran mayoría negra el régimen más oprobioso
de la historia contemporánea: el Apartheid. Esto no es otra cosa, que la
institucionalización del odio racial, la segregación y el sometimiento. El
problema puntual con Sudáfrica y su régimen vergonzoso es que es una de las 2
máximas productoras mundiales de oro. La otra, casualmente viene a ser la URSS.
¡Caramba, qué coincidencia! Si EEUU le hiciera un boicott internacional al
Apartheid, le daría a su archienemigo una ventaja en el mercado mundial del oro
(no hay que perder de vista que muchos países todavía tenían patrón-oro).
Sudáfrica también es un eminente productor de diamantes. En conclusión, EEUU se
va a rasgar internacionalmente las vestiduras por el Apartheid, pero no lo va a
combatir. Este régimen sólo podrá caer cuando termine la guerra fría: entre
1948 y 1992 toda la comunidad internacional lo toleró. Retomando la cuestión de
las regiones, cuando en América latina se produjo del proceso de
descolonización, éste se produjo en todo el continente, en simultáneo. Además,
América tiene una unidad lingüística y cultural que genera que haya un mínimo
de acuerdo entre los países que se están independizando. En África, no hay
lengua común, ni cultura común, ni religión común, ni etnia común. Y como si
esto no fuera suficiente, está además el caso de Portugal, que se negaba
rotundamente a renunciar a sus colonias. Aun cuando la comunidad internacional
en pleno (ONU) la increpaba para que retroceda, Portugal seguía en sus trece.
El país peninsular se encontraba en un régimen dictatorial que duraría más o
menos lo mismo que la dictadura española de Franco. Salazar, el dictador civil,
estaba dispuesto a no soltar ni Angola ni Mozambique. Lo exigiera quien lo
exigiera. Lamentablemente, este tipo de regímenes (como el español y el
portugués) también fueron tolerados por los paladines de la libertad y la
democracia, solamente porque eran furiosamente anticomunistas (entonces si no
estás con ellos estás conmigo) y prestarían sus países como bases de misiles
para la OTAN. Factor 5: las diferencias
culturales y de proceso en las distintas regiones del continente.
·
Por
último, todos los países que se iban independizando iban, como corresponde al
mundo contemporáneo, ocupando su asiento en la Asamblea General de la ONU. De
buenas a primeras, la organización mundial, que en sus primeros tiempos, estaba
formada solo por un puñado de países (los que habían declarado la guerra al
Eje) se veía invadida por un gran número de nuevos estados. Esto, como es de
suponer, cambiaba la proporcionalidad de los bloques de votos. Así, ambas potencias, estaban al acecho para
pescar nuevos votos para incrementar sus bloques de apoyo. No deja de ser otra
cara de la política extractiva que el blanco históricamente aplicó en África,
no les importa mucho si se mueren de hambre o pueden apañárselas para sacar un
país independiente adelante, siempre y cuando voten en su bloque. Factor 6: el cambio de equilibrio de
fuerzas dentro de la ONU
Como vemos, si independizarse es difícil, hacerlo en este
contexto, es titánico.
PARA MUESTRAS, ALGUNOS BOTONES
·
ERITREA/ETIOPIA/CUBA:
¿qué tiene que ver Cuba en todo esto? Veamos. La URSS históricamente apoyó la
secesión de Eritrea del país Etiopía. Pero un buen día, un golpe de estado
lleva al poder en este país, a un gobierno
comunista. Nobleza obliga, la URSS le quita el apoyo a Eritrea y se lo da a
Etiopia (así de desprolijas son las lealtades internacionales), y se dispone a
combatir a tiros de Kaláshnikov a sus anteriores aliados. Y eso, los
Kaláshnikov es todo lo que los soviéticos van a poner en el conflicto. Porque a
ponerle el pechito a las balas, van a mandar a los cubanos. ¿qué pueden tener
que ver los cubanos con el conflicto entre etíopes y eritreos? Absolutamente
nada, pero aca lo que importa es el “Internacionalismo proletario”
(comercialización de humo nivel Dios). Y como los cubanos estaban totalmente
atados a la suerte de la URSS y la guerra fría, allá fueron, a servir de carne
de cañón en la gran epopeya socialista. La guerra fría termina disfrazando de
ideología los conflictos más ordinarios (porque los tiempos mandan).
“Conflictos que eran por la mujer o por la gallina terminan
teñidos de ideología y con nombres rimbombantes que lo único que hacen es
disfrazar la realidad”
Además hay que decir algo más, y es
que las ideologías, que todo lo acaparaban, no tenían absolutamente ningún
sentido para los africanos, cuya organización política era tribal. Conceptos
como nación, capitalismo o comunismo no significaban nada para ellos. En
algunos sistemas tribales tenían propiedad común de la tierra o liderazgos de
“partido único” (en una tribu manda un jefe o un clan), pero esta organización
la tenían desde mucho tiempo antes que Marx ni siquiera haya nacido. Por eso,
no eran comunistas, ese término era foráneo e impuesto, como todo lo que traía
el hombre blanco. Pero en tiempos bipolares, sin duda embarra la cancha.
·
El
caso de Mozambique fue bajo la consigna “24 horas/24 kilos” ese era el tiempo
que los portugueses tenían para irse y la cantidad de cosas que se podían
llevar (no fuera que expoliaran todo el país). Pero esto recién ocurrió allá
por los ´70 (con la caída del régimen de Salazar), cuando la descolonización
tuvo lugar entre los ´50 y los ´60. Por eso hay, dentro de África muchos
estadíos de desarrollo histórico dispares.
¿Y ENTONCES?
El proceso de África, tanto como su historia, fueron
durísimos. La primera luz de esperanza fue el fin del Apartheid con la
liberación de Mandela, allí por los años ´90. Recién a partir de allí empiezan
a tener otro tipo de lineamientos políticos. Y hay una deuda histórica que la
comunidad internacional en general y los
europeos en particular tienen con África, y que en algún momento deberán
hacerse cargo. La esclavitud, el colonialismo, la explotación, el racismo y la
segregación, las armas y el apoyo a conflictos (existentes o inventados), la
imposición de ideologías (la disputa chino-soviética, el internacionalismo
proletario, la bipolaridad oriente/occidente), el aprovechamiento de sus
recursos, de sus votos y de sus territorios como “zona de influencia” entre las
potencias, la falta de ayuda y la indiferencia ante sus necesidades (para
presentarlos después como pueblos irremediablemente inviables), y la lista
puede seguir…
La próxima semana, este circo itinerante que es la guerra fría, abre una nueva sucursal, y llega a Centroamérica y el Caribe...
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