ITALIA Y EL FASCISMO (CAP 8)

En este capítulo veremos las causas por las que aparece el fascismo en Italia, y analizaremos esta doctrina política desde el punto de vista ideológico. También enumeraremos algunas de las características de los totalitarismos del siglo 20, de los que el fascismo fue una clara evidencia (como también el nacionalsocialismo y el comunismo)

ITALIA EN LA ERA DEL FASCISMO


Europa quiere salir adelante, quiere olvidar y evadirse. Quiere progresar y cerrar las profundas heridas que la Gran Guerra dejó en los pueblos que participaron. Y durante un tiempo pareció que esto era posible. Los años ´20 y su desenfreno parecieron “un borrón y cuenta nueva” para la gente hastiada de la violencia y la miseria que la guerra les había acarreado.

La fiesta de los años ´20 terminó abruptamente con un baldazo de agua fría: la crisis del año ´30 (después del crack del ´29) que fue conocida en la historia como “la Gran Depresión”. Esta crisis tuvo su centro en los EEUU y comenzó con la caída de la Bolsa de Valores de Nueva York. Muchos ahorristas que habían invertido allí se suicidaron al ver que lo habían perdido todo. Al caos y la confusión de los primeros días, siguieron muchísimos meses de interminables filas de gente buscando empleo, las granjas empobrecidas, la desolación. En el momento en que se había empezado a hablar de derechos para los trabajadores, ahora no había ni trabajo.

Pero… ¿qué tiene que ver la Gran Depresión norteamericana con la Europa de la posguerra, y especialmente con Italia y Alemania? ¿Qué incidencia tuvo este acontecimiento “lejano” en el nacimiento de los totalitarismos de estos dos países europeos?

Sobre Alemania pesaba una deuda impagable, que era la indemnización que el habían impuesto en el tratado de Versalles. Alemania a duras penas afrontaba esta deuda gracias a la banca norteamericana que mediante préstamos iba posibilitando que Alemania salde sus deudas. Con la caída de la banca, la economía norteamericana en su conjunto (no sólo el sector financiero) quedó en bancarrota. Si los norteamericanos estaban en bancarrota, entonces no había plata para los alemanes, y por consiguiente para la reconstrucción de Europa. Se produce una reacción en cadena que va derrumbando las muy frágiles economías europeas, que apenas estaban repuntando después de la 1ª GM. Esta crisis, motivó a Keynes a proclamar la necesidad de que los gobiernos intervengan en la economía.

ITALIA


Metámonos un poco más de lleno en la historia reciente de Italia y en cómo la Depresión norteamericana también los afectó.

Italia se había convertido en nación hacía relativamente poco tiempo. Había logrado la unificación nacional alrededor de la figura política de Giuseppe Garibaldi. Existían dentro de ese proyecto dos instituciones inmutables: la Iglesia y la monarquía.
Su intervención en la guerra fue “complicada” como vimos. Primero era aliada de los Imperios Centrales (Alemania y Austria Hungría), y más adelante,  cuando vio la debilidad de Austria, evaluó que era un buen momento para hacer leña del árbol caído y se propuso recuperar territorios que se encontraban dentro del Imperio austrohúngaro, pero cuya población era mayoritariamente italiana y que históricamente habían estado unidos culturalmente a Italia. El cálculo que hacían era que, cuando la guerra terminara y los imperios vencidos se desintegraran, los territorios volverían a ser italianos.

Italia perdió 670.000 hombres en la guerra, y resultó derrotado en el “mano a mano” con Austria Hungría. Pero, al resultar perdidoso el imperio el marcador global de la Guerra, Italia no perdía las esperanzas de recuperar los territorios de Trieste y Fiume. Sin embargo, cuando se firmó el Tratado de Versalles se quedaron con las manos vacías. Se quedaron con los muertos, los mutilados y la economía en crisis por nada, ya que los territorios reclamados pasaron a formar parte de la recientemente inaugurada Yugoslavia. Italia se sintió estafada, les prometieron un montón de cosas para que entren en la guerra, y al final no les dieron nada. Y para colmo de males, cuando cae la Depresión del ´30, al igual que el resto, deja de recibir los préstamos para la reconstrucción.

Este sentimiento de traición y de estafa fue muy corrosivo en la sociedad italiana. Por esto, Gabriel D´Annunzio emprendió lo que llamaron una “acción directa”: invadió  el Fiume con las tropas italianas que habían sido desalojadas de allí, y creó un reino que simbolizaba el orgullo nacional herido. Esta acción caló muy hondo y sirvió como  base de la ideología fascista, y aunque un año después lo sacaron de allí, porque el proyecto no tenía viabilidad alguna, tenía un valor simbólico muy fuerte. La semilla estaba plantada. Este símbolo de la deuda que los italianos tenían con su destino de grandeza es la que van a explotar los fascistas. Y es que los italianos tenían la consciencia de haber sido verdaderamente grandes. Roma es el pilar de la civilización occidental, no es que eran un paisito sin importancia, sino que habían sido el imperio más grande y poderoso del mundo, y eso queda en la memoria colectiva como parte del acervo nacional. Comienza el mito del retorno a la grandeza del imperio romano.

IL DUCE Y EL FASCISMO


Este primer paso tomado por D’Annunzio, invita a Italia a desconocer toda institucionalidad para lograr lo que anhela y a lo que cree que tiene derecho. Grave antecedente. Italia tiene para aquel momento una muy reciente, débil y frágil democracia que acompaña a la monarquía. Esta débil institucionalidad no es el mejor escenario para conducir la crisis social en la que se encuentran los italianos. Muchos factores se amontonan para que la cuestión se vuelva caótica e inmanejable. Recordemos que, además de la sensación de injusticia respecto del resultado de la guerra, en el interior mismo de Italia, también se cuecen inequidades. Las diferencias entre el norte y el sur son muy marcadas. El sur de Italia era tan pobre que en  el siglo 19 y en el 20, millones de italianos emigraron hacia América (tanto a la del norte como a  la del sur).

Entre tanta pobreza y desigualdad, como era inevitable florecieron los movimientos socialistas en Italia. Ya habíamos mencionado que la revolución bolchevique era de carácter internacionalista, por lo tanto el plan era que primero estallara en Rusia, luego en Alemania y a continuación seguiría por Italia, Hungría, España hasta que toda Europa fuera socialista. En Alemania  la revolución fracasó  por causas que ya hemos comentado. En Italia, los movimientos socialistas van a promover en el campo la socialización de las tierras y llegaron  a ser lo suficientemente  fuertes como para asustar a los terratenientes y a los dueños del dinero. Pero no lo suficiente como para tomar el poder.

Cuando la sociedad está en caos, y reina la desesperación y la desesperanza, a la gente lo primero que se le ocurre, es que lo que hace falta es “mano dura”.  Y aquí es donde podemos empezar a vislumbrar la razón por la que sociedades tan hartas de la guerra y la violencia, del dolor y del sufrimiento que implican, menos de 20 años después estén dispuestas a marchar alegremente otra vez hacia el infierno. ¿Cuándo vuelven a creer que la guerra es la solución a sus problemas, cuando por la guerra es que tienen la mitad de los problemas que tienen?

El caldero a presión se cocina a fuego lento: inequidades y pobreza en gran parte de la población, genera movimientos socialistas; los sectores tradicionales se asustan ante el hervidero social; la sensación de frustración y estafa por el resultado de la guerra, y la idea de que la acción directa es el modo de lograr lo que se merecen; la convicción de un destino histórico de grandeza; la crisis económica; las instituciones demasiado recientes para manejar tanto revuelo. Falta solo un ingrediente, que siempre está presente en este tipo de situaciones: la voluntad de poder. El personaje que se encuentra en el momento y lugar indicados y les dice a todos lo que tienen ganas de oír.

El fascismo como ideología política es lo suficientemente elástica como para abarcar a todos los sectores de la sociedad en su seno. Sin importar cuán antagónicos sean. A cada uno le dijo lo que quería oír y lo que necesitaba. Y al no estar atado a dogmas rígidos se iba a adaptando a una única finalidad: control absoluto del estado y la sociedad. Desde el punto de vista ideológico, se compone de un eclecticismo que abreva de un montón de corrientes de pensamiento, a las que obviamente no se puede culpar por la particular interpretación que de ellas hicieron tanto el fascismo como el nazismo después. No es culpa de Nietzsche las interpretaciones que Hitler hizo de sus ideas.

El nacimiento del fascismo fue un proceso, que atravesó distintas etapas (y que podemos ver reproducidos en todos los sistemas totalitarios de allí en más)

Organizarse en grupos (escuadras): los jóvenes fascistas comienzan a organizarse en estos grupos de choque con los que van a recurrir a la “acción directa” para suprimir a todas las voces que no estén de acuerdo con la idea fascista. Primero fueron contra los socialistas, pero luego  todo aquel que cuestione o se oponga, recibirá la “cachiporra” de los camisas negras.

Empiezan a adoptar símbolos, el fascismo viene de la palabra latina fas que es “hacer”, y toman de los estandartes del tiempo de los romanos las varas con hachas que se llamaban fasces. Este símbolo entronca con la ideología de la voluntad de poder y del destino manifiesto del pueblo italiano de recobrar el poderío que otrora tuviera en el imperio romano.
Fasces romanas

Estandarte Fascista


Adoptar un uniforme para reconocerse dentro de los grupos sociales. El uniforme da la idea de pertenencia: las camisas negras y los símbolos del imperio romano, con lo cual se “revisten de legitimidad”.

4° El manejo de las masas a través del discurso inflamado y demagógico, que el Il Duce manejaba a la perfección con su histrionismo natural. Para lograr este punto, es esencial la existencia de los medios masivos de comunicación, en esta época la radio. El proyecto fascista y el ascenso de Mussolini al poder no hubiesen sido posibles sin la radio (la comunicación de masas). El histrionismo del líder y el discurso inflamado permitía al Duce suplantar las instituciones y manejarse directamente con su pueblo, con la masa. Él les endulza los oídos, les dice lo que quieren oír, les hace sentir que él los puede conducir. Se crea así el culto a la personalidad, porque no hay intermediación entre el gobernante y su pueblo, las instituciones no tienen importancia.

5° Una de las características típicas de todo los totalitarismos es el total copamiento de la sociedad por parte del estado. No queda espacio para lo individual, lo particular, lo subjetivo. La persona no vale por sí misma, por su libertad y sus decisiones sino en tanto y en cuanto pertenece a los grupos sociales dependientes del estado. El estado lo da todo y lo exige todo. No hay lugar para decisiones personales como la familia, la educación, la religión, el trabajo. Así van apareciendo los grupos de pertenencia obligatorios: desde la niñez a la adultez, el individuo tiene que pertenecer a ellos, de lo contrario se lo señala como alguien con potenciales ideas opositoras y son víctimas de escrache por parte de vecinos y conciudadanos además de no recibir beneficios sociales del estado que condiciona dichos beneficios a la pertenencia a las mencionadas agrupaciones.

LA CONSTRUCCIÓN DEL PODER


¿Cómo se fue construyendo el proceso del fascismo? Para reconducir a Italia era necesario “ordenar” a varios sectores problemáticos de la sociedad

El primer acuerdo que realizan es con los terratenientes y los dueños del dinero. Éstos estaban realmente atemorizados con respecto a los ecos de la revolución bolchevique y el crecimiento de los movimientos socialistas italianos. El acuerdo consistía en lo siguiente: los terratenientes aportan el dinero y le dan al fascismo una plataforma económica que lo hace viable, a cambio de tener un grupo de choque que desbarate a los grupos socialistas.

La falta de rigidez doctrinaria del fascismo, permitía que habiendo acordado lo antedicho con los grupos económicos, después pudiera, asimismo llegar a un acuerdo con los trabajadores para quitarle bases a los socialistas.

A los trabajadores les concede derechos laborales (entre ellos la jornada de 8 hs.) a cambio de la prohibición total de hacer huelgas. A las mujeres les concede el derecho a voto, a cambio de su adhesión al movimiento. A los empresarios y terratenientes les ofrece un clima de seguridad e inversión (con garantía de que no habrá huelgas ni reclamos sindicales).

 Uno de los problemas históricos más importantes que había dividido a la nación desde hacía siglos era la cuestión de la Iglesia y del poder del papa. El poder del Papa venía de la época del Sacro Imperio Romano Germánico y su acuerdo con Carlomagno. Este acuerdo reconoció el poder del Papa y le cedió los Estados pontificios (en la Lombardía italiana). Cuando el estado nacional italiano se unificó, los estados pontificios quedaron unificados por las malas, y el papa proclamaba que se sentía prisionero en Italia, y convocó a los católicos a sabotear las elecciones y otro tipo de intervenciones en la política italiana. En un pueblo tan católico como el italiano, esto no es un dato menor. Así que Mussolini puso fin a este conflicto a través del Tratado de Letrán (1929). En dicho documento se le reconoce al Estado Vaticano, el status de ciudad estado y por lo tanto trata con Italia de igual a igual. A cambio, el Papa renuncia a intervenir en la política italiana (que a la postre es otro estado). De este modo el papa deja de sentirse prisionero y adquiere poder temporal sobre el territorio del Estado Vaticano. Además Italia indemniza por las pérdidas sufridas en el proceso de unificación. El tratado se compone de tres partes:
1) Política: crea la ciudad estado del Vaticano con poder temporal;

2) Concordato (tratado entre un estado y la Iglesia como sujeto de Derecho internacional público): regula la condición política de la Iglesia en Italia

3) Financiero: Fija la indemnización.
Italia se ocupa del poder del policía y la seguridad en el Vaticano; y la Iglesia renuncia al derecho de asilo: obliga a entregar a Italia delincuentes refugiados en su territorio. La ciudadanía vaticana se concede a todos los que residen en forma permanente allí.
Marcha sobre Roma con Mussolini a la cabeza


En la práctica este proceso comienza formalmente en 1922 con la Marcha sobre Roma en la que los fascistas, liderados por Mussolini se dirigen directamente hacia el parlamento, que en semejante crisis de gobernabilidad, tampoco es que le hace mucha fuerza. Y así, Il Duce se hace del poder. El líder fascista ascendió al poder mediante la acción directa y el discurso inflamado del proyecto de grandeza. En el estado de descomposición en que se encontraban las instituciones italianas y la sociedad inmersa en el caos, es pan comido. Todos querían escuchar un relato de grandeza y reconquista cuando se sentían humillados y estafados. Por otro lado, mediante la violencia política y la mano dura, demostraron que ellos sí estaban capacitados para encauzar a la sociedad en el orden que necesitaba.

Así se instauró la dictadura, el autoritarismo de Mussolini, legitimado y aplaudido por el pueblo. Aquí ya no hay más instituciones, ni constitución, ni ley. Existe únicamente la palabra del Duce.
Il Duce



Espero que lo hayan disfrutado y cualquier duda o consulta, aguardo sus comentarios.

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