LA ALEMANIA NAZI - 2DA PARTE (CAP. 10)


Último capítulo del período entre guerras... ¿Cómo fueron los primeros años de Hitler en el poder? ¿Cómo continuó creando una sociedad que lo seguía ciegamente hacia el abismo? El desborde de los totalitarismos imperialistas y la calma que antecede a la tempestad...

LOS PRIMEROS AÑOS DE HITLER EN EL PODER

 LA CONSTRUCCIÓN DE LA SOCIEDAD NAZI


A diferencia de Italia, Alemania debía construir un imaginario de pasado glorioso al cual retornar. Mussolini se metió a los italianos en el bolsillo, entre otras cosas, ofreciéndoles retomar la senda de la grandeza del imperio romano.  No había necesidad de inventarse nada, las ruinas las tenían ahí, al alcance de la mano. Ese pasado era tangible y acompañaba al pueblo italiano en su vida cotidiana.  Alemania nunca fue el imperio fundador de la civilización occidental, por lo tanto el elemento aglutinante debían inventárselo, construirlo.

Así, tomaron elementos de la mitología germana, del esoterismo, de la simbología de los antiguos pueblos arios (el sol en movimiento se convirtió en la esvástica) y les dieron una lectura completamente arbitraria, ya que todos los elementos que tomaron estaban pensados y hechos para otras cosas y otros contextos. Los elementos que componían la ideología nazi, no eran monstruosos; monstruosa fue la interpretación que se hizo de ellas, formando un popurrí terrorífico, para justificar un genocidio. Se armó un relato que mezclaba la mitología,  los símbolos antiguos, las ideas de Nietzsche,  algunas teorías pseudo científicas, se recauchutaron todos estos elementos en una interpretación retorcida y arbitraria y se “vendió” como una verdad evidente. El carisma y la oratoria del Führer hicieron el resto.
Antiguos símobolos arios "El sol en movimiento". Hitler lo convertirá en la insignia del partido nazi

Una de las partes del relato nazi, tenía que ver con la Teoría del Espacio vital (LEBENSRAUM). Esta teoría, había sido elaborada, como no podía ser de otro modo, por el alemán Friederich Ratzel, y se fundaba en corrientes biologistas y naturalistas del siglo XIX. En resumidas cuentas, la teoría sostenía que los estados, al igual que los organismos vivos, necesitan de un espacio y recursos suficientes para desarrollar al máximo todo su potencial, y que por lo tanto, es legítimo que un estado en desarrollo se expanda lo necesario para alcanzar ese espacio. Si en la expansión ocupa el espacio de otro estado que no está sabiendo aprovechar esos recursos, pues mala suerte para el invadido. Esta teoría le cae como anillo al dedo a Hitler y  a sus planes de fundar el Reich que la raza aria se merece. Tiemblen vecinos!!! Ese  espacio que Alemania ansiaba para expandir su potencial estaba ocupado por los eslavos. Por esa razón, el objetivo inicial, en ambas guerras, siempre fue Rusia.

Todo este relato empieza a impregnarse en la sociedad alemana, lentamente, paso a  paso. Cuando Hitler llega al poder, todo este discurso empieza a convertirse en acciones concretas, primero en Alemania, y luego, cuando la guerra ya haya comenzado, se replicará en los países ocupados.

 En Alemania, hubo voces, pocas, que quisieron alertar sobre la locura de lo que sucedía, sobre la demencia colectiva que se estaba adueñando del pueblo alemán. Uno de ellos fue Bertolt Bretch (que logró exiliarse)

Bertolt Brecht (fragmento)

Los tiempos oscuros.
Verdaderamente, vivo en tiempos sombríos.
Es insensata la palabra ingenua. Una frente lisa
revela insensibilidad. El que ríe
es porque no ha oído aún la noticia terrible,
aún no le ha llegado.
¡Qué tiempos estos en que
hablar sobre árboles es casi un crimen
porque supone callar sobre tantas alevosías!
Ese hombre que va tranquilamente por la calle,
¿lo encontrarán sus amigos cuando lo necesiten?

CANCION DE UNA MADRE ALEMANA
Camisa parda y botas altas,
hijo mío, te regalé.
Mejor habría sido ahorcarme
de haber sabido lo que sé.

Al verte levantar la mano,
hijo, y a Hitler saludar,
¿sabía yo que aquellas manos
todas se habrían de secar?

Cuando de una estirpe de héroes,
hijo mío, te oía hablar
que tú serías su verdugo
no lo podía imaginar.

Y detrás de aquel mismo Hitler,
hijo mío, te vi marchar
sin saber que quien le siguiera
no regresaría jamás.

Alemania, tú me decías,
hijo, no se conocerá.
Ceniza y piedra ensangrentada,
¿quién conoce a Alemania ya?

Con la camisa parda un día
te fuiste y yo no me negué.
Con ella puesta morirás:
yo no sabía lo que hoy sé.

DEL DICHO AL HECHO SE EMPEZÓ A PASAR

Se creó la oficina de pureza racial. Los matrimonios con otras razas estaban prohibidos, especialmente con judíos. Todos los oficiales de las SS y del Reich debían responder por su pura ascendencia aria.
Siguieron con la quema de libros, y cuando esto ocurre, en cualquier sociedad y en cualquier tiempo es una señal ominosa de peligro. La quema de libros, es quemar la cultura, el pensamiento. Es no querer que la gente tenga pensamiento crítico ni pueda cuestionar las ideas del régimen.
Se prohibieron todas las manifestaciones culturales que no exaltaran los valores del Reich (por ejemplo la música que no fuera la de Wagner o similar, era considerada degenerada), los movimientos artísticos como el  Dadá y el surrealismo, también fueron prohibidos.
Toda disidencia fue acallada y a los opositores al régimen se los comenzó a trasladar a campos de concentración, que todavía eran  “sólo” eso, campos de prisioneros. Más adelante se convertirían en campos de exterminio. Es importante entender que no había forma de salirse del control del régimen, porque había persuasión, sí,  pero también había imposición.

YA NOS VAMOS PONIENDO PICANTES: LAS PURGAS

 La siguiente fase del plan fueron las purgas. Que todas estas acciones constituían pasos de un plan, solo pudo conocerse a posteriori, con los hechos consumados. Para entonces, se pensaba que cada una de estas acciones individualmente estaban justificadas en sí mismas, que surgían espontáneamente, sin que hubiera por detrás una mente que las hubiese planificado de antemano
1ª purga: antes de llegar al poder, Hitler había formado sus grupos de choque, con algunos de sus amigos y colaboradores más íntimos. Se los conocía como las SA. Con ellos ejercían la violencia política, que fue una de las claves de su llegada al poder.
Una vez en el poder, su líder Ernst Römm, se envalentonó y empezó a querer tomar al ejército bajo su mando. Los rancios generales prusianos no estaban dispuestos a permitirlo. Entonces, Hitler, cuyo objetivo desde el día 1 era la guerra (aunque todavía no lo hubiese hecho público), necesitaba tener buenas migas con el ejército y de ninguna manera podía ponerse de punto con sus más aristocráticos generales. No le quedó otra que sacrificar a las SA.
En lo que se conoció como LA NOCHE DE LOS CUCHILLOS LARGOS, encomendó a las SS (policía del régimen, cuerpo de elite) que maten a todos los miembros de las SA.
Este hecho es importante, porque pone en evidencia, hasta donde está dispuesto a llegar Hitler para concretar sus objetivos, inclusive sacrificando a su propio grupo de choque y a su amigo Römm, quien había compartido con el Führer su tiempo en prisión.
2ª purga: al poco tiempo de llegar al poder, en 1934,  los nazis  incendiaron el edificio del Reichstag (Parlamento), y culparon de ello a los socialistas. Esto será la piedra de toque para iniciar una violenta persecución contra todos aquellos opositores y disidentes que pudieran cuestionar al régimen. Se los envió a campos de concentración.
3ª purga: en 1935 se dictan las leyes de Nüremberg mediante las cuales se pretendió remover a la comunidad judía de la sociedad alemana. Se les revocaron las licencias para ejercer sus profesiones, se les prohibieron un montón de cosas: desde andar en bicicleta, hasta estar en la vereda de sus propias casas o negocios, casarse con alemanes arios, etc. Lentamente se fue acostumbrando a la opinión pública a naturalizar el trato degradante hacia los judíos, en Viena se los hacia cepillar la calle con cepillos de dientes, y de esta manera, al pasar a ser un hecho natural, nadie cuestionaría su posterior persecución y desaparición. Como el plan ya estaba pergeñado era necesario que la sociedad empezara a ver a los judíos como “escoria”, a no considerarlos como miembros de la misma comunidad, a pasarlos por alto. Así, cuando la segunda parte del plan se pusiera en marcha, y los judíos empezaran a ser deportados a los campos, a nadie le llamaría la atención, nadie pensaría que valía la pena levantar la voz para protestar si se llevaban la “escoria”.
Judíos cepillando la calle con cepillos de dientes
Señalización de los comercios judíos






La invisibilizacion (borrarlos de la sociedad, que no puedan tener participación alguna, ni voz, ni voto, ni derechos, ni posibilidades de ganarse la vida) es una de las formas más sutiles del racismo.
Dentro del esquema de racismo, se estigmatizó, persiguió y deportó a campos de concentración (que todavía no eran de exterminio) a todos los que no cabían en el proyecto ario del régimen: judíos, gitanos, extranjeros, gays, etc.

Uno de los puntos más álgidos de la cuestión judía dentro de Alemania, y antes del comienzo de la guerra, fue LA NOCHE DE LOS CRISTALES ROTOS (KRISTALNACHT) en 1938. En una jornada de locura y salvajismo se rompieron los vidrios de los negocios judíos, se incendiaron  comercios, sinagogas y otros lugares de la comunidad judía. Todo organizado bajo un aparente estallido de furia de la población alemana, que repentinamente no “estaba dispuesta a tolerar más al elemento judío dentro de la sociedad”. Todo estaba perfectamente planificado por el partido nazi, y hasta tenían toda una plataforma de justificación para el supuesto brote de intolerancia de la sociedad. Lo hicieron parecer como una respuesta espontánea de la sociedad alemana,  como quien no quiere la cosa. Lo habían planeado todo.
Noche de los cristales rotos
Comercios judíos con los cristales rotos

Noche de los cristales rotos

 LOS TOTALITARISMOS SE DESBORDAN

ITALIA

Mientras tanto, Italia que está decidida a recuperar el poderío y esplendor del imperio romano, decide invadir y conquistar Etiopía. Este pueblo africano, había humillado a los italianos en el siglo 19 no dejándose colonizar. De hecho, no habían podido ser colonizados por nación alguna. Y allí fue Italia, una potencia militar contra un pueblo  que peleaba con palos y descalzos, y a los que no les importó quemarlos con gas mostaza. Y los muy cobardes empezaron por ahí, no por Inglaterra, Francia o alguno de los grandes que les podía haber plantado cara, sino por un pueblo en África que no le importaba a nadie, y por el que nadie levantó la voz para impedir el atropello.
Las grandes potencias europeas no tenían el valor para pararle los pies ni a Italia  ni a Alemania. Ni siquiera la Sociedad de las Naciones, un organismo que había sido creado al finalizar la 1ª GM justamente para que funcionara como intermediador en los conflictos que se pudieran presentar, de manera que los países encontraran a través de ella un medio pacífico para resolver sus disputas geopolíticas. Pero la Sociedad de Naciones no dijo nada. Haile Selassie, líder de Etiopia, dio un discurso ante la ella, (tan memorable que Bob Marley lo convertiría muchos años más adelante en el tema “War”). Y ni así obtuvo apoyo de las naciones poderosas. Ese hecho representó el fin de la Sociedad de las Naciones, que puso en evidencia su incapacidad para cumplir el fin para el cual había sido creada. Después de la 2ª GM se intentaría reflotar el proyecto con la creación de la ONU.
Con la invasión a Etiopía, se desbordaba el fascismo.

Letra en español de la canción de Bob Marley, War (letra traducida)

Que hasta que la filosofía que sustenta la existencia
de una raza superior y otra inferior
sea final y permanentemente
desacreditada y abandonada,
por todos lados estará la guerra,
yo digo: guerra.
Y hasta que ya no haya
una primera clase y una segunda clase
de ciudadanos de cualquier nación.
Hasta que el color de la piel de un hombre
no tenga mayor importancia que el color de sus ojos,
yo tengo que decir: guerra.
Y hasta que los derechos humanos básicos
sean igualmente garantizados para todos,
sin importar la raza,
esto es una guerra.
Que hasta ese día,
el sueño de una paz duradera,
la ciudadanía mundial,
y la ley de la moralidad internacional,
seguirán siendo una fugaz ilusión que perseguir,
pero que nunca alcanzaremos.
Por todos lados hay guerra,
yo digo: guerra.
Guerra en el este,
guerra en el oeste,
guerra arriba en el norte,
guerra abajo en el sur.
Y hasta que los innobles e infelices regímenes
que mantienen a nuestros hermanos
en Angola, Mozambique, Sudáfrica,
en una servidumbre sub humana hayan sido derribados,
totalmente destruidos.
Por todos lados hay guerra,
yo digo: guerra.
Guerra en el este,
guerra en el oeste,
guerra arriba en el norte,
guerra abajo en el sur,
guerra, guerra, rumores de guerra.
Y hasta ese día,
el continente africano no conocerá la paz,
nosotros los africanos, lucharemos,
lo creemos necesario,
y sabemos que venceremos porque tenemos confianza
en la victoria del bien sobre el mal,
del bien sobre el mal, del bien sobre el mal,
por todos lados hay... guerra.

ALEMANIA
A su vez, el nazismo también comenzó a desbordarse.
Primero empezaron con los territorios de los que se habían visto privados por el Tratado de Versalles. Hasta acá parecía una reparación. Bueno, pensaron las potencias europeas, pero eso era de Alemania. Así que nadie protestó. Después reclamó el territorio de los Sudetes, un territorio en Checoslovaquia que estaba poblado por alemanes. Bueno, siguieron pensando los demás países,  al fin y al cabo eran todos alemanes. Así que nadie dijo nada. Luego se anexionó a Austria, que mediante el clamor popular quiso voluntariamente formar parte del Reich (los únicos que se opusieron fueron los de la familia Von Trapp, los de “La novicia rebelde”). Bueno, al fin y al cabo eran todos germanos, decían mientras ya se empezaban a mirar preocupados entre ellos. Pero todavía nadie dijo nada. Hasta ahí, podía considerarse reparación. E Inglaterra, no hizo nada para evitarlo porque en el fondo sentía que se había cometido una injusticia contra Alemania en el tratado de Versalles.
Pero de la reparación a la venganza hay una línea delgadísima. Y esta se empezó a cruzar cuando Hitler reclamó toda Checoslovaquia. En 1938, se firmó en Múnich un tratado por el cual Hitler se comprometía a no reclamar más territorios después de Checoslovaquia. Neville Chamberlain, primer ministro de Inglaterra, Mussolini y Daladier, presidente de Francia, firmaron entonces la anexión de Checoslovaquia por Alemania, porque creyeron que dándole el gusto evitarían una guerra que nadie quería.
Nazis en Praga (capital de Checoslovaquia)

El problema era que Hitler sabía perfectamente lo que quería, y los demás sabían perfectamente lo que querían evitar. La única voz, solitaria, que se levantó en contra del tratado, y advirtiendo el peligro de no pararle los pies a Hitler y sus intenciones, fue Winston Churchill, quien cuando Chamberlain volvió,  todo contento con su Tratado de Múnich, creyendo que había conseguido la paz, dijo en el parlamento inglés:
“Os dieron a elegir entre el deshonor y la guerra… elegisteis el deshonor, y ahora tendréis la guerra”
La semana que viene empezamos ya con la Segunda Guerra Mundial, como siempre espero sus comentarios y, hasta la próxima...

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