EL HOLOCAUSTO (CAPÍTULO 17)
EL HOLOCAUSTO
El holocausto judío llevado a cabo por los nazis, equivale a
asomarnos a los abismos más oscuros a los que puede llegar el espíritu humano.
Ningún aspecto de la guerra es agradable, pero el nivel de degradación humana
que representó el holocausto no tiene explicación alguna. 6.000.000 millones de
judíos, gitanos, republicanos españoles y disidentes fueron exterminados en los
campos de concentración. Pero siempre, el objetivo inicial y principal del
proyecto racial nazi, fueron los judíos. Hitler, en Mein Kampf (“Mi Lucha”,
libro que escribió durante el tiempo que estuvo en la cárcel) lo deja bien
claro. Los hace responsables de todos los males de Alemania, y los apunta como
prioridad para quitarlos de en medio una vez que llegue al poder. Este plan,
pergeñado con tanta anticipación se llevó a cabo por etapas:
- En
1935 se dictaron las leyes de Nüremberg, que “retiraban” a los judíos de la
sociedad, prohibiéndoles ejercer sus profesiones, salir a la calle, los
obligaba a señalizarse con la estrella amarilla, prohibía los matrimonios
interraciales, etc
Judios cepillando las veredas como forma de humillación en Alemania Señalizaciones que ordenaban las Leyes de Nüremberg - . La deportación de los judíos alemanes a campos de concentración, junto con otros “indeseables sociales”. Hasta ese momento, los campos eran lugares donde se concentraban prisioneros, se los obligaba a trabajar, pero no incluían el exterminio masivo que luego implicarían.
- En
1938 la Kristalnacht (“La Noche de los cristales rotos”), operación
minuciosamente llevada a cabo por el partido nazi, que se hizo pasar como una
reacción espontánea de la sociedad alemana, que repentinamente salió a romper
vidrieras de los negocios judíos, vidrios de sinagogas y hogares judíos.
Kristalnacht - A
partir de 1941/42/43, los campos de concentración, que ya se habían diseminado
por toda la Europa ocupada, se convierten en campos de exterminio en el plan de
lo que se conoció como la “Solución final” al problema judío, ideado por
Himmler. Siempre las guerras, las matanzas, y las violaciones a los derechos
humanos en general, están rodeadas de eufemismos, que ocultan toda la aberración
que significan. Porque si quienes se escudan en los eufemismos, dijeran directa
y claramente lo que van a hacer, recibirían el repudio social.
El genocidio nazi, no fue el primero
(y lamentablemente tampoco el último) en la historia de la humanidad. La
conquista de América por parte de los europeos significó la aniquilación de
civilizaciones originarias enteras. A principios del siglo 20, los turcos
exterminaron a 1.000.000 de armenios. Pero lo que distingue al Holocausto de
todos los genocidios anteriores y posteriores, es el grado de industrialización de la muerte.
La sistematización, la planificación y la eficiencia con la que se llevó a
cabo, consumiendo una ingente cantidad de recursos. Esto lo convierte en una
monstruosidad nunca antes vista.
Es justamente por la cantidad de
recursos invertida en esta industria de la muerte, y porque gran parte de su
proceso se llevó a cabo a la vista de todos, que no se entiende que las poblaciones, de las
que las comunidades judías eran arrancadas y trasladadas, no se hayan dado
cuenta de lo que pasaba, que nadie preguntara nada, que muchos miraran para
otro lado…
Uno de los principales responsables
de la “Solución final”, fue Adolf Eichman, quien logró escaparse a la
Argentina, tiempo antes de la caída del tercer Reich, y que fue localizado por
la Mossad en 1960, y llevado a Israel para ser juzgado.
#Operación Finale (película)
Pero los distintos grados de
responsabilidad no se agotaron en los cabecillas, en los ideólogos, en los
encargados de ejecutarlo, en los jerarcas que pudieron ser atrapados con vida y
juzgados en los juicios de Nüremberg. Hubo infinidad de responsabilidades
menores, intermedias, inconexas pero necesarias: todos los que regenteaban los
campos de trabajo esclavo y que mantenían a los prisioneros en condiciones
mínimas de supervivencia; los que fabricaban el gas Zyklon B (que mataba de a
2.000 personas a la vez) y se exculpaban diciendo que era un insecticida sin
preguntar el destino de las ingentes cantidades de gas que se usaban; los que
diseñaban los sistemas de trenes y embarcaban a las personas queriéndose
excusarse diciendo que solo embarcaban personas o que no sabían para qué se
utilizaban esos sistemas de trenes que diseñaban; los médicos que hacían
experimentos aterradores en los judíos antes de exterminarlos, para investigar
mejoras en la salud de los arios y que pretendían evadir su responsabilidad
diciendo que eran científicos. Todos en mayor o menor medida tuvieron un grado
de responsabilidad.
Pero también la población. El que
dijo que no vio. El que dijo que no oyó. El que no escuchó los gritos de la
rebelión del gueto de Varsovia (donde los judíos enfrentaron a los nazis con
bombas molotov, cuchillos y tenedores, o lo que tuvieran a mano). El que no
olió el incesante olor a carne quemada en los alrededores de Auschwitz, cuando
la nube de olor viajaba por kilómetros. El que vio que se llevaban a su vecino,
y en lugar de preguntar a dónde se lo llevaban, pensaba que tal vez pudiera
comprar el departamento que se desocupaba a un precio de ganga. Los que
delataron. Los que no preguntaron a dónde se llevaron los 350.000 judíos que
habitaban el gueto de Varsovia y que se los iban llevando de a 50.000 por vez.
El gueto de Varsovia en los tiempos de los nazis |
El recordatorio que hoy queda en Varsovia del muro que separaba al Gueto |
Los bombardeos aliados, cuando comenzaron a bombardear el territorio alemán,
nunca cayeron en los campos, ni cerca. No eran objetivo militar. Entre los
planes de desembarco, de ataque, de bombardeo, nadie se preocupó por lo que
pasaba en esos inmensos campos. No eran el objetivo. El objetivo era vencer a Alemania
y derrotar a Hitler. Sólo cuando los ejércitos aliados empezaron a avanzar y a
liberar los países ocupados; y se
chocaron de bruces con los campos y su horror; sólo cuando vieron el infierno
cara a cara, comenzaron a entender la magnitud de la barbarie y el espanto.
# El hombre en busca de sentido (Viktor Frankl) (libro)
“Todo hombre es
personalmente responsable por las órdenes que ejecuta. No puede alegar que está
en una situación de obediencia y de esa
manera acallar su dilema mora. Los fines y los medios no son separables” (Henry Thoreau, autor de la Desobediencia civil)
Pero las
consecuencias llegaron, tal vez no de la mano de la Justicia legal tal como la
imaginamos, pero llegaron, en gran medida para todos: en forma de juicios para
los jefes e ideólogos que pudieron ser atrapados con vida (Juicios de Nüremberg); en la creación del Estado de Israel, como solución política para los judíos emigrantes
y sobrevivientes del Holocausto (lo que generó otro conflicto moral con el
pueblo palestino, que ya veremos más adelante); en el reclamo que las generaciones futuras de jóvenes alemanes le hizo a
sus padres y que los obligó a hacer un acto de conciencia y responderse y
responderles qué hicieron ellos para colaborar, o que no hicieron para evitar
semejante espanto con el que las nuevas generaciones tendrían que vivir como
una carga de culpa compartida sobre todo el pueblo alemán; la Escuela de Frankfurt que reflexionará
sobre los principios de los totalitarismos y la obediencia, para tratar de
aportar, desde la filosofía, una luz de racionalidad a lo ocurrido. Todos de
allí en adelante tendrían que vivir con ello a cuestas
Todo esto fue posible porque el suelo
europeo era fértil. No fue el primer brote de antisemitismo que había habido en
esas latitudes, aunque éste sin lugar a dudas fue el peor.
Los judíos fueron llegando a Europa
paulatinamente, y luego de ser expulsados por los romanos, que destruyeron el
Templo de Salomón (estamos hablando de los comienzos de la era cristiana). Los
romanos pedían a los judíos que adoptaran aunque sea uno de todos los dioses de
su numeroso panteón, como señal de lealtad a Roma; los judíos tenían un
inquebrantable compromiso con su Dios de no reconocer a ninguna otra deidad más
que a Él. Para los judíos era un problema teológico. Para los romanos, era
meramente un problema político. Así que les destruyeron el templo de Jerusalén,
y los judíos luego de un largo peregrinar llegaron a Europa allá por la Edad Media.
Desgraciadamente, llegaron a una Europa profundamente cristiana, en la cúspide
de su fe, con una iglesia que construye y acrecienta su poder a ojos vista. Y
allí, no serán aceptados como iguales, ellos no creían que Jesús fuera el Mesías,
y los cristianos no aceptaban otra fe que no fuera la que imponía la Iglesia.
Por lo tanto, no pudieron asimilarse a la rígida estructura social que ya
estaba establecida en la Europa medieval. No podían ser Señores feudales, no
podían ser guerreros, obviamente no podían ser monjes, ni siquiera podían ser
siervos (campesinos). No tenían ninguna clase social en la que encajaran.
Terminaron por dedicarse a la usura (que para el cristianismo era pecado) en una
época donde la riqueza era la tierra y no la moneda.
Muchos episodios irán jalonando los
sentimientos antisemitas entre los europeos.
-
En
el siglo 14, la peste negra, asoló a Europa, y 2/3 de la población europea
pereció sin distinciones de clase, sin que lo pudieran evitar, sin que lo
pudieran combatir, sin que lograran entender cabalmente las causas de contagio,
etc. Y cuando las desgracias acometen, y las explicaciones escasean, aparecen
la superstición y los “chivos expiatorios”. Sucede que los judíos, si bien
también morían de la peste, lo hacían en una proporción muchísimo menor a la de
los cristianos europeos. Y es que sus costumbres eran diferentes, más
higiénicas. Las familias medievales, vivían hacinadas en los establos y dormían
con “el caballo, la vaca, el perro, y el primo”. La peste que era transmitida
por las pulgas de las ratas, se hacía el agosto con semejante hacinamiento. Las
familias judías tenían otras costumbres y por lo tanto, estaban mucho menos
expuestas al contagio, aunque no eran, de ninguna manera, inmunes. Así, cuando
hacían el recuento, los europeos llegaron a la conclusión que lo que estaba
pasando era que los judíos estaban envenenando el agua, y que por eso estaba la
peste, y por eso ellos morían en menor proporción. (Después también le
reclamarían a la Iglesia, por la falta de “preocupación” de Dios por la suerte
de la población de Europa que tanto hacía por complacerlo)
-
Las
Cruzadas lograron transformar todo el pacifismo de Jesús, toda la humildad y el
carácter pacifista del cristianismo en una Guerra Santa. Demonizaron a
musulmanes, judíos y hasta cristianos ortodoxos, todo aquel que no profesara la
misma fe. Estas Cruzadas y sus líderes eclesiásticos avalaron la intolerancia,
ya que, dentro del contexto de las luchas religiosas, no se veía mal (sino por
el contrario) el maltrato, la degradación, humillación y hasta la matanza del
“distinto” en aras de defender a la fe de Cristo. Las Cruzadas, por tanto,
sembrarían el germen de la intolerancia. Y no solo de la religiosa. De este
paradigma nacería, más adelante, la Inquisición. Otra forma de lucha y de
intolerancia, que recayó sobre otros “enemigos” (o no tanto).
-
En
el Renacimiento, cuando el paradigma económico empieza a virar, y la tierra deja
su lugar preponderante como medida de la riqueza a la moneda, los judíos que ya
venían dedicándose a la usura, se convierten en banqueros
-
Más
adelante, en las guerras de Alsacia y Lorena, también se culpará al capitán
Dreyfuss, de una traición que no cometió, por el solo hecho de ser judío.
Así que, como vemos, el germen del
antisemitismo, estaba latente en Europa desde siempre. El nazismo no hizo otra
cosa que despertar esa semilla, en aquellos que la tenían sepultada bajo años
de civilización y cultura. Y como vimos, no solo en Alemania.
Pero así como hubo grandes y pequeños
verdugos, también hubo grandes y pequeños héroes. Personas que desde su lugar,
intentaron salvar a cuantos judíos pudieron, a sus obras y a su legado: el
ejemplo de grandeza que dieron los escandinavos cuando fueron invadidos por los
nazis, Schindler, Raoul Wallenberg y tantos otros. Todos ellos nos mostraron
que siempre se pueden hacer las cosas de otra manera.
#La lista de Shindler (película)
El holocausto nos deja innumerables
reflexiones, dilemas morales y lecciones que la humanidad aún parece no haber
aprendido:
- Cada vez que en la historia, un pueblo se cree superior a otro y que para preservar su forma de vida, propone la extinción del otro, el espíritu de Hitler está presente
- La magnitud, la sistematización y la planificación del Holocausto debe hacernos entender que situaciones como ésta no deben repetirse jamás (y sin embargo, se repetirán)
- Es por eso que es crucial la importancia de contar con mecanismos que permitan prevenir estas calamidades. Esta importancia trascendental de los derechos humanos, de su formulación internacional, de su universalidad y de su carácter vinculante. Todos sabemos que estos mecanismos no son infalibles, y como dijimos antes no siempre lograrán evitar los genocidios (Bosnia, Ruanda, etc.), pero siempre es mejor tenerlos a que no existan.
- La culpa colectiva que después de la guerra recayó sobre todo el pueblo alemán, por un lado selló su destino como pueblo señalado (aun aquellos que no habían participado de ningún modo), pero también contribuyó a diluir esa misma culpa. Como que si la culpa es de todos, en definitiva no es de nadie.
- ¿Cómo pudo pasar una cosa así y qué podemos hacer para que no se repita? Que nunca más un pueblo se arrogue el derecho de crear un infierno en la tierra para otro pueblo en nombre de nada ni de nadie.
- Reflexionar sobre la inquietante pregunta de cómo una ideología, que se sustenta sobre esos principios (que no tienen ningún fundamento racional) pudo haber llegado al poder, haber conquistado semejante cantidad de voluntades, y haber convencido a tanta gente de buena fe de que ese era el camino para la grandeza de Alemania.
- ¿Cómo pudo pasar algo así?
Con esta profunda reflexión me despido hasta la semana próxima, cuando seguiremos analizando el curso de la guerra con el Desembarco en Italia y la muerte de Mussolini.
Buenazoo.Exelente!
ResponderBorrarEsperando la próxima semana para continuar con este análisis. Besos.
ResponderBorrarExcelente!!!! El proximo viernes otro capitulo.
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